📖 Mateo 14:26–33
🔹 “FE EN ACCIÓN”
¿No te ha pasado que estás haciendo algo… viene todo bien… y de repente las cosas se estropean?
O venís caminando tranquilo, confiado… y de golpe te tropezás.
No solo las cosas no siempre salen como pensamos… muchas veces se trastocan en el camino.
Los tropiezos no pueden evitarse.
Los desafíos no pueden esquivarse.
Las malas noticias no van a desaparecer.
Cuando eso pasa… hay voces que vienen a hablarnos:
La duda dice: “¿Estará bien el camino que elegí?”
El temor dice: “Algo malo puede pasar.”
La preocupación dice: “Seguro que le vamos a errar y vamos a perder todo.” Pero la Fe dice: SEGUÍ ADELANTE, PORQUE SI DIOS TE DIO LA PALABRA, ÉL LA VA A CUMPLIR.
Depende de qué voz elijamos escuchar obedecer, si es que tendremos victoria o derrota. Por eso es vital discernir qué voz te está hablando.
🔹 EL CORAZÓN Y LA PREOCUPACIÓN
La parábola del sembrador nos muestra esto claramente:
El problema no es la semilla (que es la palabra), ni el sembrador…
El problema es el entorno de nuestro corazón.
Una mente dividida ahoga la palabra.
Cuando la preocupación ocupa el centro, la fe se queda sin espacio.
La mente preocupada salta de un lado a otro —por momentos cree, por momentos duda—.
Y eso es una distracción espiritual.
El diablo usa la preocupación para desconectarte de los planes de Dios.
Para que no te involucres. El estar inquieto, ansioso, y con la mente divida es una distracción espiritual.
El diablo utiliza la preocupación para distraerte, para desconectarte, para que no estes al 100% conectado a los planes y propósitos de Dios para tu vida y tu familia.
Para que no estes involucrado en la iglesia, para que no siembres fielmente ni lo pongas primero a Dios en tu vida, porque consideras que lo que Dios te pide va a traer perdida a tu vida. No me comprometo porque cada vez que me comprometo las cosas se ponen de cabeza. Y si, lo hemos predicado en varias oportunidades.
El enemigo te hizo creer falsamente que si vos no le subís la velocidad a tu nivel de compromiso con Dios, no va a pasar nada malo en tu vida, todo queda tranquilo. Pero amigo/a esa es la peor mentira que podemos llegar a creer. Porque estar estancados, sin esforzarnos ni dar fruto es la certeza de que nuestra vida dejara de ser una vida y pasara a ser un personaje de reparto en un show de televisión. Aparece cada tanto pero nunca llama la atención, solo es relleno. Eso es una vida chata, hueca y sin propósito.
UNA VIDA SIN FRUTO ES UNA VIDA ESTANCADA.
Y UNA VIDA ESTANCADA ES UNA VIDA CHATA, HUECA Y SIN PROPÓSITO.
🔹PEDRO Y LA PALABRA “VEN”
En Mateo 14:26–33 encontramos uno de los momentos más icónicos de la Biblia.
Pedro está en una barca, en medio de la tormenta. Sale al encuentro de Jesús. Jesús le dice una sola palabra: “VEN.”
Pedro no caminó sobre el agua…
Pedro caminó sobre la palabra.
El viento no se detuvo. Las olas no pararon.
Pero Pedro caminó igual.
El problema no fue el viento.
El problema fue cuando sacó su mirada de Jesús.
Lo mismo nos pasa a nosotros.
Cuando dejamos de mirar la palabra, y miramos la situación… empezamos a hundirnos.
Pedro estaba viviendo un sueño que Dios había preparado para el. Pero al correr la mirada de Jesús; aquello que Dios estaba usando como material para crear la autopista que lo llevaría a su milagro, lo percibió como un muro que pondría fin a su aventura de Fe.
Ahora quiero que por un momento hagamos hincapié en algo.
EL MATERIAL DE LA AUTOPISTA Y DEL MURO ES EL MISMO.
Pero depende de quién construye, lo que termina siendo.
Dios tiene un plan con tu vida y para eso utiliza materiales específicos para ayudarte a construir su cumplimiento (imprevistos - desilusiones - dificultades). El enemigo quiere hacer que vos veas los materiales que Dios esta usando para construir tu camino, como si fueran una detención. Pero Dios te los esta mostrando como la mezcla exacta que El necesita para que cumpla Su propósito en tu vida.
Pedro estaba viviendo un sueño… hasta que cambió el enfoque.
Dios usa tus imprevistos, tus desilusiones, tus dificultades…
para construir tu camino, no para detenerlo.
Lo que el enemigo te muestra como obstáculo,
Dios lo usa como materia prima para tu propósito.
🔹 DEBILIDADES QUE DIOS REUTILIZA
Mirá esto:
Personas que fueron presas de adicciones… hoy guían a otros hacia la libertad. Personas que sufrieron rechazo… hoy acompañan a otros que cargan dolor.
Dios no descarta tu historia.
Dios REDEFINA tu historia.
Pedro era pescador.
El mar muchas veces lo había frustrado.
Pero Jesús tomó el mismo mar… y lo usó para enseñarle a caminar sobre él.
EL LUGAR DE TUS BATALLAS ES EL MISMO DONDE DIOS TE HARÁ CAMINAR EN VICTORIA.
🔹 FE VS PREOCUPACIÓN
Comprometerte con Dios te expone.
Te van a criticar.
Las cosas se van a dar vuelta.
Pero si decidiste creer, vas a caminar sobre las olas, el viento, la tormenta.
Mientras mantengas tu mirada en Jesús… no te vas a hundir.
La preocupación no quita el dolor de mañana… quita la fuerza de hoy.
Cuando Pedro dejó de mirar la palabra… miró la tormenta… y se ahogó.
La preocupación ahoga la fe.
La fe hace crecer la palabra.
Por eso muchos cristianos corren detrás de una “nueva palabra”… en una época en la que gran cantidad de cristianos buscan constantemente una nueva palabra, un nuevo mensaje. No les alcanza con lo escuchado ni lo meditan. Porque la preocupación les ahoga la palabra y necesitan constantemente algo nuevo.
No permiten que la palabra de Dios haga crecer esa fe que necesitan para crecer. pero no dejan que la anterior dé fruto.
NO NECESITÁS UNA NUEVA PALABRA. NECESITÁS CREER LA QUE YA TENÉS Y QUE EL DEJÓ EN SU PALABRA.
🔹 CÓMO VENCER
1️⃣ La milla extra.
Ora más. Preocupate menos.
Filipenses 4:6–7 — “No se preocupen por nada…”
2️⃣ Recordá lo que Dios ya hizo.
Romanos 8:32 — Él no te trajo hasta acá para dejarte a mitad de camino.
3️⃣ Llená tu mente con Su palabra.
Lo que alimentes en tu mente, crecerá en tu corazón.
EL TEMOR SE ALIMENTA DE SUPOSICIONES.
LA FE SE ALIMENTA DE LA PALABRA.
Dejá de permitir que los medios o las opiniones definan lo que pensás.
Si Dios habló… entonces no temeré lo que alguien más diga.
Hablá fe.
Hablá vida.
Hablá promesa.
La fe florece… cuando la preocupación muere.