Confrontando Mis Inseguridades

Escrito el 07/12/2025
Analía Ríos

Isaías 61:1 'El Espíritu del Señor y Dios está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar libertad a los cautivos y la liberación de los prisioneros, ' NVI

Lucas 22:31-32 ' »Simón, Simón, Satanás ha pedido zarandear a cada uno de ustedes como si fueran trigo; pero yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a mí fortalezcas a tus hermanos». ' NTV

Dios quiere confrontar las inseguridades en nuestras vidas, ya que muchas veces son la raíz de nuestros pecados y limitan el cumplimiento del plan divino.

​1. El Ejemplo de Pedro y la Necesidad de Sanidad

​Señalando que Jesús necesitaba confrontar sus inseguridades para que estuviera sano emocionalmente imagínese que Pedro tuviera un ​Liderazgo Inseguro: Un líder inseguro, al llegar a una posición de autoridad, tiende a abusar de su poder y a "cancelar" a quienes percibe como una amenaza, y para Pedro ​La Amenaza era Juan: Jn.13:23-24 La inseguridad de Pedro se enfrenta a través de Juan, el discípulo amado, lo que le generaba celos. Estos celos, sumados a heridas de la niñez, llevaron a Pedro a negar a Jesús.

​El Resultado de la Confrontación: Jesús confronta las inseguridades de Pedro, permitiéndole más tarde trabajar en equipo con Juan y empoderar a otros líderes (como Pablo, que era más influyente y carismático) sin sentirse amenazado. Hechos 3

¿Cuáles son tus inseguridades?

 

2. Tipos de Inseguridades que Dios Confronta

​Dios permite situaciones en nuestra vida para evidenciar y confrontar nuestras inseguridades, que se manifiestan como:

​Temor: al rechazo, a la crítica, a hablar en público, a no pertenecer, a la soledad, al fracaso o a la escasez económica. Cuando era chica y me tocaba hablar yo tartamudeaba, por cosas que golpearon muy fuerte mi vida y el sentimiento de abandono y de pasar vergüenza en una momento con una profeta (historia).

​Timidez: 2 Timoteo 1:7 la timidez es orgullo y pecado, no solo un rasgo de personalidad (distinto a ser introvertido). Se supera la timidez (miedo al ridículo) al aceptar tu llamado y tu forma de ser, y aprender a conversar mostrando interés en los demás.

Una persona que sabe hablar bien, es alguien que hace que los demás hablen, no domines la conversación, porque la gente se termina alejando de ti

​Celos: Santiago 3:15) Los celos humanos son malos y surgen de la inseguridad. Si tenemos una buena autoestima, admiramos los dones de otros en lugar de envidiar

​Apariencia Física: Luchar con sentimientos de fealdad o con la baja autoestima y el sentimiento de rechazo que nos hacen pensar que no merecemos ser amados.

Sanar tus dolores del alma es tan importante para Dios, que por eso el va a sanar tus inseguridades.

 

​3. El Propósito de la Confrontación y Cómo Responder

​La Prueba: Dios traerá personas más bonitas, más dotadas, o que predican/cantan mejor que nosotros para confrontar nuestras inseguridades. También permitirá presión para exponer la maldad, el odio o la agresividad que aún están en nosotros, lo cual indica que hay heridas no sanadas.

​No Huir: no debemos huir del lugar de confrontación (ej. cambiar de iglesia, grupo, o sacar a la persona que nos confronta).

​Soportar para superar: La Biblia dice que Dios bendice a los que soportan con paciencia las pruebas hasta superarlas (Santiago 1:12).

​Vencer el Mal con el Bien: Solo habremos superado la prueba cuando amamos a aquellos que Dios ha enviado para confrontarnos (Romanos 12:21)

 

​4. El Proceso de Sanidad a Través del Perdón

​Para sanar las heridas del alma

​Reconocer el Perdón de Dios: Dar gracias porque somos perdonados por medio de Cristo (Efesios 4:32).

​Morir al Derecho a la Venganza: Renunciar al derecho de desquitarnos o de pelear cuando alguien nos confronta.

 

🙏🏻

En una oración, nombrar a la persona que nos ofendió y lo que nos hizo, para liberar la amargura.

​Recibir el Poder para Perdonar: Reconocer que no podemos perdonar en nuestras propias fuerzas y recibir el poder de la cruz.

​Renovar la Mente: Renunciar a creer las mentiras del diablo que nos hacen sentir torpes, brutos o tímidos, y echar fuera todo espíritu de resentimiento o rechazo.

​Declarar el Plan de Dios: Afirmar el llamado y propósito divino para nuestra vida (construir, diseñar, profetizar) y respirar la paz del Espíritu Santo.