Salmo 32:1-7 'Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, cuyos pecados son cubiertos. Dichoso aquel cuyo pecado el Señor no le toma en cuenta, y en cuyo espíritu no hay engaño. Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día. Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano, porque día y noche tu mano pesaba sobre mí. Selah Pero te confesé mi pecado y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor ». Y tú perdonaste la culpa de mi pecado. Selah Que te invoquen todos los fieles en momentos que puedas ser hallado; caudalosas aguas podrán desbordarse, pero no los alcanzarán. Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación. Selah ' NVI
Ataques en nuestra mente
Si nosotros perdemos esa batalla en nuestra mente vamos a perder todo, porque? Porque perdemos el control de todo y tomamos malas decisiones.
Si ganas la batalla en tu mente, ganas todo, por eso Dios quiere que lo amemos con todo nuestro corazón, mente y fuerza. Nuestra mente es muy importante, es el campo de batalla de nuestro enemigo.
Algunos están preocupados por si tienen trabajos de hechicería o algo que le dijo un brujo, eso no tiene poder sobre tu vida, lo que el enemigo quiere es gobernar tu mente y lo realiza a traves de pensamientos que te limitan y separan de Dios; pero Dios quiere restaurar tu paz mental para que podamos ver su obra en nuestras vidas.
¿Como podemos tener esa Paz Mental?
Tiene que ver con el pecado en nuestras vidas, destruye nuestra paz pero ser libre del pecado trae paz mental, muchas veces estando en Dios el pecado nos roba esa paz.
Salmos 32:1-7
¿A quién le confieso mis pecados?
- A Dios
- A quien lastime
- A un líder o autoridad espiritual
Pecados de comisión y omisión
- El Padre Nuestro dice Dios perdona nuestras deudas y el Espíritu Santo te trae a memoria todo.
Pecados no reconocidos
- Reconocer
- Superar esto
- Pasar de la vergüenza a la confianza
Soy un hijo que batalla con pecado de huérfano, no un huérfano que trata con sus pecados .
Paz mental trae restauración en tu condición de hijo, ej: Hijo Prodigo