¿Qué superpoder elegirías si pudieras?
De chicos, queríamos volar o ser invisibles. Hoy, los modelos de admiración cambiaron, pero el deseo sigue. Vemos deportistas, artistas e influencers que parecen tener una vida perfecta. Y si no llegamos a ser como ellos, sentimos que algo nos falta. Nos frustramos, creemos que “el tren ya pasó” y pensamos que no somos suficientes.
Pero, ¿y si ese anhelo por tener algo que sobrepase lo común ya fue respondido?
En 2 Pedro 1:3-4 dice que Dios nos ha dado todo lo que necesitamos. En Cristo, ya tenés una capacidad que supera lo normal, un propósito único que nadie más tiene. No sos una casualidad. Fuiste creado con propósito y a propósito.
La sociedad nos dice que para ser valiosos necesitamos un físico ideal, una edad específica o un montón de seguidores. Pero Dios ya te capacitó para impactar a otros en el lugar donde estás.
No necesitás salir en televisión para ser una bendición. En tu trabajo, en tu familia o con tus amigos, ya sos un influencer en las manos de Dios, transformando vidas con tu estilo de vida.
Reflexión Final:
A tu mente van a venir un montón de excusas: “Tengo problemas económicos”, “mi vida es un fracaso”, “nunca fui el más agraciado”. Pero, ante las promesas de Dios, esas excusas no tienen sustento.
Al igual que Abraham, que confió en que Dios proveería, vos también podés hacerlo. Él ya vio lo que vas a necesitar.
Este es el desafío: identificá una de esas excusas y, en lugar de creerle, elegí recordar esta verdad: “En Cristo, soy más que suficiente. En Él, estoy completo.”