Despierta tu conciencia
Algo super importante, que incluso la ciencia hoy está estudiando, es lo que llaman mindfulness: tener conciencia plena de vos mismo, de la situación y de tu realidad.
Podemos definir que alguien que pierde su conciencia pierde la sensibilidad, la capacidad de sentir y de expresarse, y eso es un síntoma de estar enfermo en alguna área de la vida.
El primer paso es reconocer qué significa vivir conscientes, qué implica estar despiertos: un estado de concentración plena que te permite ser consciente de dónde estás, quién sos y hacia dónde vas.
La semana pasada hablamos de tomar la decisión de avanzar aunque no veamos el camino; hoy damos el siguiente paso: eliminar las distracciones y vivir atentos a la vida que Dios nos da.
Muchos vivimos corriendo, reaccionando, sin detenernos a pensar. Pero cuando perdemos la conciencia, perdemos también la sensibilidad espiritual. Y eso nos enferma por dentro. La semana pasada hablamos de tomar decisiones para avanzar incluso sin ver el camino. Hoy damos el siguiente paso: despertar nuestra mente y vivir conscientes de cada momento, aquí y ahora.
Vivir con conciencia plena es lo que hoy la ciencia llama mindfulness, y lo que la Biblia llama estar alerta, tener la mente renovada, y enfocada en lo que Dios quiere para nosotros.
Efesios 5:15-16 – “Así que tengan cuidado de su manera de vivir; no vivan como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo.”
1️⃣ El piloto automático – Vivimos, pero no estamos presentes
¿Cuántas parejas se tomaban de la mano y se olvidaron de lo importante que era ese momento, de lo que sentían cuando estaban enamorados? Lo que antes parecía todo, ahora pasa desapercibido. ¿Cuándo se pierde la conciencia de la persona que tenemos al lado? Cuando entramos en el automático del día a día, simplemente avanzando sin detenernos.
Lo mismo nos pasa en la iglesia: muchas veces perdemos la conciencia de los hermanos que tenemos alrededor, de nuestra familia de fe, del lugar que Dios nos entregó.
📌 No hace mucho hubo polémica por los carteles de publicidad en la ruta. Algunos decían que distraían a los conductores. ¿El problema eran los carteles? No, el problema era dónde estaba puesta su atención.
Como cristianos, tampoco estamos exentos. Tenemos al alcance de la mano un abanico enorme de cosas buenas: videos musicales, prédicas, estudios, podcasts… todo pensado para ayudarnos, pero que pueden reemplazar nuestra comunión con Dios si no tenemos un hilo conductor.
Todas estas cosas buenas corren el peligro de convertirse en el reemplazo de nuestra comunión con el Señor si no las vivimos con intención.
2️⃣ La distracción – El arma moderna del enemigo
Vivimos dopados de estímulos, pero vacíos de dirección. La dopamina, que nuestro cerebro produce al ver un video o jugar un juego, nos da placer, pero en exceso puede generar conductas que nos privan de estar presentes.
Han habido casos extremos: personas que perdieron la vida tras jugar 48 horas seguidas. La sensación de placer instantáneo puede reemplazar la realización real, el gozo del proceso, lo que realmente nos llena.
La industria del entretenimiento es gigantesca. No está mal disfrutar de videojuegos, series o contenido online, pero todo está diseñado para que te olvides de lo que pasa alrededor.
💡 La distracción no viene a robar tu tiempo: viene a robar tu propósito.
• 2 Corintios 10:5 – “Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”
• Filipenses 4:8 – “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto… en esto pensad.”
3️⃣ Renovar la mente
Apoyándonos en la palabra y en el mensaje anterior sobre “trazar caminos nuevos”, tenemos que cambiar el rumbo de nuestros pasos y orientar nuestra vida hacia una nueva conducta. El cambio comienza en la mente. Cada decisión consciente de apagar una distracción y volver a enfocarnos en lo que importa es un paso hacia renovar nuestra mente y vivir despiertos.
📖 Versículo clave:
Romanos 12:2 – “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente, para que puedan comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”
Una mente renovada produce una vida que vuelve a tener dirección. Cada pequeño acto de consciencia nos acerca más a lo que Dios quiere para nosotros.
4️⃣ Volver a lo real – Presencia sobre distracción
Volvé a disfrutar lo que tenés enfrente: tu familia, tu iglesia, la vida que Dios te dio. El piloto automático puede llevarte lejos, pero no te lleva a destino.
• Salmo 46:10 – “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.”
• Mateo 6:34 – “No se preocupen por el mañana… cada día tiene su propio afán.”
El presente es donde Dios nos habla, pero a veces estamos mirando para otro lado. Aprender a vivir conscientes es recuperar lo que de verdad importa.
Hoy quiero orar por quienes sienten que viven apagados, distraídos, sin rumbo. Que Dios renueve nuestra mente, despierte nuestro corazón y nos devuelva el gozo de vivir presentes, conscientes y despiertos.
